NOS SERENAMOS
¡Buenos días a todos!
Buscamos un momento como este… momento sin prisas para estar contigo Señor.
Cerramos los ojos y con nuestras manos en la barriga, sentimos nuestra respiración…
Ahora abrimos los ojos y nos preparamos para empezar.
EN EL NOMBRE DEL PADRE, DEL HIJO Y DEL ESPIRITU SANTO. AMÉN.
ESCUCHAMOS
Imagina a un agricultor sembrando semillas en la tierra. Las semillas germinan y crecen por sí solas. Primero sale un tallo pequeño, luego las hojas y, finalmente, la planta da frutos.
¿Has visto alguna vez una semilla de mostaza? Son las semillas más pequeñas que he visto nunca. Una semilla de mostaza es tan pequeña que si estuvieras una en tu mano y se te cayera al suelo, puede ser que no la encuentres.
Sí, es la semilla más pequeña que existe, pero cuando crece, se convierte en una planta grande, grande, grande, preciosaaaa, que da cobijo a los pájaros.
Jesús les contó a sus amigos una historia sobre una semilla de mostaza.
Jesús nos enseña que el Reino de Dios es como estas semillas. Comienza pequeño, pero con el tiempo crece y se vuelve fuerte.
Recuerda:
- Nunca debemos menospreciar las cosas pequeñas.
- El Reino de Dios está creciendo en todo el mundo.
REZAMOS JUNTOS
Gracias, Padre Bueno,
porque estás construyendo tu Reino.
Ayúdame a ser fiel en las cosas
pequeñas y a ayudar siempre en todo lo que pueda.
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