QUINTO DIA: EXALTACIÓN DE LA CRUZ

 NOS SERENAMOS 


¡Buenos días a todos!

Sentados en un lugar cómodo y tranquilo, cerramos los ojos y respiramos profundamente. 

Observamos cómo es nuestra respiración: agitada o serena, corta o profunda… Poco a poco nos vamos acompasando a nuestro ritmo del corazón.

Hacemos una última respiración profunda y suspiramos. Ahora abrimos los ojos y nos preparamos para la oración.



En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
      

ESCUCHAMOS

¿Sabéis que Dios tiene un secreto?... 
¿Os imagináis cuál puede ser?...

.....SÍÍÍÍÍÍ... 
¡NOS QUIERE MUCHÍSIMO! 
¡NOS AMA!


Si os acordáis; Jesús cargó con una cruz antes de dar su vida por nosotros.  

Dios regala la Cruz a quienes ama. Porque allí, en la Cruz,  nos encontramos con Dios. 

Y por eso cada día empezamos rezando con la Señal de Cruz....



Busquémoslo siempre allí, en la Cruz, haciendo la Señal de la Cruz. Él nos espera para regalarnos el abrazo de su amor infinito.


                                                                                

REZAMOS  JUNTOS 







NOS DESPEDIMOS                                          


Madre Divina Pastora, ruega por nosotros. 

San José de Calasanz, San Faustino Míguez y Beata Victoria Valverde, rogad por nosotros. 

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. 

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