NOS SERENAMOS
¡Buenos días a todos!
Sentados en un lugar cómodo y tranquilo, cerramos los ojos y respiramos profundamente.
Observamos cómo es nuestra respiración: agitada o serena, corta o profunda… Poco a poco nos vamos acompasando a nuestro ritmo del corazón.
Hacemos una última respiración profunda y suspiramos. Ahora abrimos los ojos y nos preparamos para la oración.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
ESCUCHAMOS
¿Sabéis que Dios tiene un secreto?...
¿Os imagináis cuál puede ser?...
.....SÍÍÍÍÍÍ...
¡NOS QUIERE MUCHÍSIMO!
¡NOS AMA!
Y por eso cada día empezamos rezando con la Señal de Cruz....
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