NOS SERENAMOS
En un momento de silencio, relájate y olvídate de todo lo demás.
Hazte consciente de tus propios sonidos. Eres tú. Escucha.
Ahora es momento de relajarnos, de respirar profundamente y de abrir nuestro corazón a lo que hoy vamos a escuchar.
Hacemos tres respiraciones profundas....
Dios está aquí.
Empezamos la oración.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo...
ESCUCHAMOS
Empezamos la semana escuchando algo que Jesús les contó a sus amigos, los discípulos:
Jesús nos enseña muchas cosas. Y nos enseña que no importa cuántas cosas tengamos, sino qué hacemos con lo que tenemos y si somos capaces de ver al que sufre cerca de nosotros.
A lo mejor no les podemos dar dinero… pero sí un gesto, una sonrisa, un rato de compañía. Eso es lo que a Dios le alegra. ¿Te atreves a intentarlo?
Madre Divina Pastora, ruega por nosotros.
REZAMOS
Jesús ayúdame a tener los ojos abiertos y un corazón grande.
Sé que no importa tener muchas cosas… lo importante es mirar, ayudar y querer a los que necesitan de nosotros. AMÉN.
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