NOS SERENAMOS
Ahora imaginemos que estamos en un jardín muy bonito, lleno de flores de muchos colores. En el centro está Jesús, sonriendo y con los brazos abiertos. Nos llama por nuestro nombre y nos dice: ‘Te quiero mucho y siempre estoy contigo’.
Escuchamos su voz en nuestro corazón y le decimos en silencio: ‘Jesús, quiero escucharte y estar contigo’. (Pausa breve).
Abrimos los ojos despacito y nos preparamos para cantar con alegría, porque Jesús nos quiere mucho."
Les mostramos la imagen y les vamos animando a fijar la atención en los detalles que hay. Podemos preguntarles o guiarlos, depende de la iniciativa que muestre el grupo:
¿Qué están haciendo las personas de esta familia?¿Cómo crees que se sienten mientras se abrazan?
¿Te gusta abrazar a tu familia? ¿A quién abrazas más?
¿Cómo podemos mostrar amor a nuestra familia, además de dar abrazos? ¿Crees que a Dios le gusta cuando las familias se quieren y se cuidan?
En nuestra familia encontramos a las personas que más nos quieren y que siempre están ahí para cuidarnos, ayudarnos y enseñarnos cosas buenas.
Dios creó la familia para que nunca estemos solos. Así como Jesús vivió con su mamá María y su papá José en una familia, Él también quiere que nuestra familia sea un lugar lleno de amor, alegría y paz.
Cuando estamos con nuestra familia, podemos rezar juntos, dar gracias a Dios por todo lo que tenemos y aprender a ser buenos unos con otros. Dios nos enseña que, al amar y cuidar a nuestra familia, también estamos mostrándole amor a Él.
Padre Bueno,
cuida a mi familia y ayúdanos a amarnos siempre. Amén.
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