QUINTO DÍA- SEMANA VOCACIONAL 2025 ¡EN BÚSQUEDA!

 

¿Cuál es tu mayor tesoro?

NOS SERENAMOS

     Nos sentamos en una postura cómoda.

     Relajaos. Cerrad los ojitos si os apetece.

     Poned la mano en el corazón.

     Haced tres respiraciones profundas.

     Ya podéis abrir despacito los ojos...

     Dios os escucha.

     En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. AMÉN.

El Tesoro de Sofía

Había una vez, en un pequeño pueblo, una niña llamada Sofía. Sofía tenía el cabello rizado, unos ojos grandes y brillantes, y una sonrisa que hacía feliz a todo el mundo. Pero realmente lo que Sofía quería descubrir era encontrar lo más valioso de ella.

Un día, mientras caminaba por el bosque, Sofía se encontró con una pequeña ardilla que parecía muy preocupada. "¿Qué te pasa?" le preguntó Sofía con una sonrisa amable.

La ardilla la miró y respondió: "Estoy buscando un tesoro, pero no sé qué es. He buscado por todos lados, pero no lo encuentro. ¿Sabes dónde está?"

Sofía pensó por un momento y le dijo: "A veces, el tesoro no es algo que puedas ver o tocar. Quizá el tesoro está en lo que más te gusta de ti misma."

La ardilla frunció el ceño, pensando en las palabras de Sofía. "¿Qué te gusta de ti, Sofía?" le preguntó curiosa.

Sofía sonrió y dijo: "Me gusta ser amable y ayudar a los demás. Cuando sonrío, los demás también sonríen, y eso me hace sentir feliz. Creo que mi sonrisa es mi tesoro."

La ardilla miró a Sofía y sonrió. "¡Creo que tienes razón! Mi tesoro es mi rapidez. Puedo saltar de un árbol a otro y ayudar a mis amigos a recoger nueces. Es lo que más me gusta de mí."

Sofía y la ardilla se dieron cuenta de que cada uno tiene algo especial dentro de sí que hace que el mundo sea más bonito. "El verdadero tesoro está en lo que somos, en lo que nos hace únicos," dijo Sofía.

Desde ese día, Sofía nunca dejó de sonreír y ayudar a los demás, porque sabía que su corazón lleno de amabilidad era el mayor tesoro de todos.

Y así, Sofía aprendió que lo más valioso de ella no era un objeto, sino su forma de ser.


¿Y tú qué es lo más valioso que tienes? (Dialogamos)

 

NOS DESPEDIMOS

Madre Divina Pastora, ruega por nosotros.

San José de Calasanz, San Faustino Míguez y Beata Victoria Valverde, rogad por nosotros.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Comentarios