VIERNES: REZAMOS CON UNA PARÁBOLA

 

NOS SERENAMOS 

En un momento de silencio, respira tranquilamente y olvídate de todo lo demás. Hazte consciente de tus propios sonidos. Eres tú. Es ahora… Dios está aquí. Salúdalo.
¡Buenos días a todos! Otro día más, nos ponemos en presencia de nuestro amigo Jesús, le damos los buenos días y las gracias por poder estar aquí todos juntos compartiendo este momento.
Ahora es momento de relajarnos, de respirar profundamente y de abrir nuestro corazón a lo que hoy nos vamos a escuchar.
Hacemos tres respiraciones profundas....

DIOS ESTÁ CON NOSOTROS. EN EL NOMBRE DEL PADRE, DEL HIJO Y DEL ESPÍRITU SANTO.

                

ESCUCHAMOS

LECTURA: adaptada del Evangelio según San Lucas 13, 1-9:

Un día, algunas personas se acercaron a Jesús y le contaron sobre unos hombres que habían sido tratados mal. Ellos pensaban que esos hombres habían hecho algo muy malo, pero Jesús les dijo:

“¡Espera! No debemos pensar que esas cosas les pasaron solo porque ellos eran peores que los demás. Todos tenemos cosas que mejorar en nuestra vida. Debemos estar atentos y cambiar antes de que sea demasiado tarde.”

Luego, Jesús les contó una historia:

“Imaginen que un hombre tiene un árbol de higuera en su jardín. Cada año, él espera ver higos en su árbol, pero, ¡oh no!, el árbol no da fruto. Después de tres años sin higos, el hombre se siente frustrado y dice al jardinero: ‘Corta este árbol, ¡ya no sirve!’

Pero el jardinero responde: ‘Déjalo un año más. Voy a cuidarlo, ponerle abono y darle atención. Tal vez el próximo año dé higos.’

El hombre acepta la propuesta del jardinero y le da una oportunidad más al árbol.

                                                                                                     Palabra de Dios 

REFLEXIÓN 

Al final de la historia, Jesús les enseñó que, al igual que el árbol, nosotros también tenemos la oportunidad de mejorar y dar frutos buenos en nuestras vidas. No debemos rendirnos ni perder la esperanza. Siempre podemos cambiar y hacer lo correcto.

                                                                                   

REZAMOS  JUNTOS 

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NOS DESPEDIMOS                                          

Madre Divina Pastora, ruega por nosotros. 

San José de Calasanz, San Faustino Míguez y Beata Victoria Valverde, rogad por nosotros. 

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.