MARTES: REZAMOS CON UNA PARÁBOLA

 

NOS SERENAMOS 

Es el momento de hablar con Dios, ya estamos muy cerca de Semana Santa y para ello tenemos que estar preparados. 

Cerramos los ojos, y respiramos profundamente tres veces… una, dos… tres… Nos quedamos un ratito en silencio, y cuando el profe diga “tres, dos, uno, ya”, comenzaremos a despertar con ganas de hablar con Dios y escuchar su palabra con mucha atención.
       

              En el nombre del Padre, del Hijo....


ESCUCHAMOS

(Podemos leer o bien ir directamente al video)


Adaptación del Evangelio según Lucas 15, 1-3. 11-32: 


Había una vez un señor que tenía dos hijos. El más pequeño era muy travieso y le daba muchos disgustos. Un día le pidió dinero y se escapó de casa. Se fue a otro país y malgastó todo el dinero en divertirse y pasarlo bien. Cuando ya no tenía un duro, empezó a pedir trabajo y nadie se lo daba, al final acabó cuidando cerdos en una granja... pero pasaba tanta hambre que hasta le daba envidia lo que los cerdos comían. Un día ya no aguantó más y pensó lo bien que se estaría en la casa de su padre: Allí nunca le faltaba de nada... pero claro le daba vergüenza volver, después de lo que le había hecho a su padre. Así que pensó: tengo que volver y pedirle perdón. El padre no tenía noticias de él, pero seguía pensando en su hijo con mucha tristeza, porque le quería mucho a pesar de los disgustos que le había dado. El padre todos los días se asomaba a los caminos que venían al pueblo con la esperanza de que su hijo regresaría a casa. Un día vio venir a uno por el camino. Todavía estaba lejos y no podía conocerle, pero el corazón comenzó a latirle fuertemente. Salió corriendo y se encontró que efectivamente, era su hijo. Le dio un gran abrazo y le cubrió de besos. Fue un encuentro emocionante y el padre ya no se acordaba de los disgustos que aquel hijo le había dado ni de las faenas que le había hecho. Lloraba de alegría porque había vuelto a casa aquel hijo que se había escapado". 




Al igual que el Padre de la Parábola del Hijo Prodigo, Jesús nos está esperando con los brazos abiertos, él nos perdona todo...


Algunas veces nos alejamos de Dios, pero no nos abandona, sabe de nosotros, sólo está esperando a que volvamos para darnos un gran abrazo.

POR ESO VAMOS A DECIRLE BIEN ALTO...  QUE SÍÍÍ!!!!!!  



Que queremos estar con ÉL. Y que nos gusta que nos quiera naturales, que nos quiera como somos, con nuestros fallos, con nuestras virtudes... 

¡Empezamos abril con mucho ritmo!

Jesús nos quiere a su lado, solamente tenemos que decirle QUE SÍ... 



                               



NOS DESPEDIMOS                                          


Madre Divina Pastora, ruega por nosotros. 

San José de Calasanz, San Faustino Míguez y Beata Victoria Valverde, rogad por nosotros. 

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. 






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