NOS SERENAMOS
Se explica a los alumnos que en este juego su cabeza es como una casita, y poco a poco, en silencio, vamos a cuidarla. Lo haremos por medio de pequeños masajes.
El tejado: comenzamos acariciándonos la cabeza, es el tejado de nuestra casita. Y al acariciarla, observamos cómo se encuentra nuestra cabeza.
Las ventanas: abrimos y cerramos los ojos, los masajeamos suavemente. Son las ventanas de nuestra casita, por medio de ellas podemos ver lo que hay fuera.
La nariz: masajeamos nuestra nariz. Suavemente, Es nuestro balcón.
La boca: damos un masaje a nuestra boca. Es la puerta de nuestra casita. ¿Cómo está la puerta?
Las orejas: son el garaje de nuestra casita. El garaje está al lado de la casa. Las masajeamos suavemente.
Dios nos escucha.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
ESCUCHAMOS
Ahora que estamos tranquilos, muy atentos, escuchemos este cuento que se titula: La luz de Lucía.
¡Chas, chas, chas nos vamos a preparar! A veces las cosas nuevas nos dan un poco de miedo, tenemos que confiar en nosotros mismos, tener paciencia y saber esperar.
Todos tenemos una luz muy valiosa que nos hace brillar por nosotros mismos. Somos únicos, auténticos y tenemos mucho que ofrecer.
Además hay que recordar que no estamos solos, tenemos a nuestras familias, a nuestros amigos y a Jesús y María que siempre están con nosotros.
Comentarios
Publicar un comentario