NOS SERENAMOS
¡Buenos días a todos!
Buscamos un momento como este… momento sin prisas para estar contigo Señor. Cerramos los ojos y con nuestras manos en la barriga, sentimos nuestra respiración…
Ahora abrimos los ojos y nos preparamos para empezar.
EN EL NOMBRE DEL PADRE, DEL HIJO Y DEL ESPIRITU SANTO. AMÉN.
ESCUCHAMOS
LA PARÁBOLA DE EL SEMBRADOR
Nosotros también somos como semillas. Cada día tenemos la oportunidad de crecer y dar buenos frutos. ¿Dónde queremos que nuestras semillas caigan? ¿En el corazón de nuestros amigos, en nuestras familias, o en nuestro propio corazón?
Os propongo algo...
Hoy, tenéis que compartir sonrisas y palabras amables con todos los compañeros. ¿Seréis capaces?
REZAMOS JUNTOS
Padre nuestro, gracias por este nuevo día.
Ayúdanos a ser como las semillas que caen en buen terreno. Queremos crecer en amor, en bondad y en amistad.
Danos la fuerza para compartir nuestras sonrisas y nuestras palabras amables con todos los que encontremos. Amén.
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