NOS SERENAMOS
¡Buenos días a todos!
Buscamos un momento como este… momento sin prisas para estar contigo Señor. Cerramos los ojos y con nuestras manos en la barriga, sentimos nuestra respiración…
Ahora abrimos los ojos y nos preparamos para empezar.
EN EL NOMBRE DEL PADRE, DEL HIJO Y DEL ESPIRITU SANTO. AMÉN.
Había una vez un perro callejero. Le gustaba curiosear todos los rincones e ir de aquí para allá.
En una ocasión, entró en un palacio cuyas paredes estaban recubiertas de espejos.
El perro entró corriendo en una de sus acristaladas estancias. Y, al instante, vio que muchos perros corrían hacia él. Aterrado, trató de huir, pero entonces, comprobó que los perros corrían en esa dirección.
Comenzó a ladrarles y, todos a una, le ladraron a él. Espantado salió del palacio y no volvió a entrar nunca más.
Al cabo del tiempo, se encontró con un amigo al que le contó su experiencia. A éste le había pasado todo lo contrario. Había entrado en el palacio un día que se sentía feliz, sonreía y estaba contento. Le gustó ver que todos los perros, a su vez, le sonreían y se mostraban relajados. Y sorprendido, les sonreía más, y todos le sonrieron más y más.
REFLEXIONAMOS...
¿Qué es lo que pasó realmente?
Todas nuestras conductas provocan en mayor o menor medida una reacción en otros…. La vida, al igual que el eco o los espejos, nos devuelve lo que hacemos. Si somos buenos, serán buenos con nosotros. Si ayudamos, nos ayudarán...
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