NOS SERENAMOS
¡Buenos días a todos!
Sentados en un lugar cómodo y tranquilo, cerramos los ojos y respiramos profundamente. Observamos cómo es nuestra respiración: agitada o serena, corta o profunda… Poco a poco nos vamos acompasando a nuestro ritmo del corazón.
Hacemos una última respiración profunda y suspiramos. Ahora abrimos los ojos y nos preparamos para la oración.
ESCUCHAMOS
Jesús, estoy alegre porque Tú estás conmigo. Ayúdame a fijarme en Ti, para aprender a ser sencillo, a no creerme mejor que los demás. Dame un corazón bueno para querer a todos este curso y vivir muy alegres.
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