MIERCOLES: UN CORAZON MAS GRANDE


  NOS SERENAMOS

Vamos a imitar el nacimiento de una flor. De rodillas y con los ojos cerrados, escondemos la cabeza bajo nuestros brazos, como si fuéramos la semilla. Poco a poco empezamos a mover los brazos y los abrimos para recibir la luz del sol. Por último, nos levantamos y poco a poco abrimos los ojos.  

Hacemos tres respiraciones profundas. ¡Ya estamos preparados!

EN EL NOMBRE DEL PADRE, 
DEL HIJO Y DEL ESPÍRITU SANTO. 
AMÉN


ESCUCHAMOS 

 Padre Bueno tengo tantas cosas por las que darte gracias que no sé por dónde empezar:

Gracias porque me permites abrir los ojos y ver todo lo que has creado para mí. 

Gracias por la familia que me has dado, mis padres, mis hermanos... 

Gracias porque todos los días me das de comer y me vistes. Gracias porque me has permitido conocer personas increíbles. 


Hoy te digo Padre Bueno QUE ESTOY CRECIENDO y que no importa lo que suceda, siempre te daré gracias. Amén






NOS DESPEDIMOS 

 

Madre Divina Pastora, ruega por nosotros. 
San José de Calasanz, san Faustino Míguez y beata Victoria Valverde, rogad por nosotros. 
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. 

Comentarios