MIÉRCOLES: LA MADRE TIERRA

 NOS SERENAMOS

Vamos a imitar el nacimiento de una flor. De rodillas y con los ojos cerrados, escondemos la cabeza bajo nuestros brazos, como si fuéramos la semilla. Poco a poco empezamos a mover los brazos y los abrimos para recibir la luz del sol. Por último, nos levantamos y poco a poco abrimos los ojos.  

Hacemos tres respiraciones profundas. ¡Ya estamos preparados!

EN EL NOMBRE DEL PADRE, 
DEL HIJO Y DEL ESPÍRITU SANTO. 
AMÉN


ESCUCHAMOS 

Hace unos días celebramos el Día de la Tierra; hicimos una reflexión sobre la importancia de cuidarla y cultivarla. Hoy sentimos que es necesario quererla porque está enferma y es necesario curarle las heridas que le causamos por el mal que le hacemos.
Queremos hacerlo con esta sencilla oración:



REZAMOS JUNTOS

Dios Padre Todopoderoso, creador del cielo y de la tierra, te damos gracias por la belleza de tu creación.

Agradecemos los mares que nos dan vida, los bosques que nos dan aire puro, la tierra que nos da alimentos,
y todas las criaturas que comparten nuestro hogar.






NOS DESPEDIMOS 

 

Madre Divina Pastora, ruega por nosotros. 
San José de Calasanz, san Faustino Míguez y beata Victoria Valverde, rogad por nosotros. 
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. 

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