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Lectura del santo evangelio según san Marcos (3, 20-35).Jesús estaba un día rodeado de gente. Llegaron su madre y sus hermanos. En la época de Jesús se llamaba hermanos a todos los primos y la familia cercana. Como había mucha gente dentro de la casa, ellos avisaron para que Jesús saliese.
Pero cuando un amigo le dijo a Jesús: «Oye, sal corriendo que están fuera tu madre y tus hermanos». Jesús contestó: «¿Quiénes son mi madre y mis hermanos?»
Todos le miraban un poco sorprendidos, porque pensaban: «Pues hombre, María y el resto de la familia, ¿no?» Pero Jesús les dijo: «Mirad, mi madre y mis hermanos son cualquiera que cumpla la voluntad de Dios. Ese es mi hermano, y mi hermana y mi madre».
Y con eso lo que les quería decir es que hacer lo que Dios quiere, es más importante incluso que la propia familia.
Palabra del Señor
Esta historia nos recuerda que Jesús nos ama y quiere que seamos parte de su familia. Podemos hacerlo siguiendo sus enseñanzas y amando a los demás.
Jesús nos enseña que todos podemos ser parte de su familia. Si somos amables, ayudamos a los demás y seguimos las enseñanzas de Dios, somos como hermanos y hermanas de Jesús.
Lectura del santo evangelio según san Marcos (3, 20-35).
Jesús estaba un día rodeado de gente. Llegaron su madre y sus hermanos. En la época de Jesús se llamaba hermanos a todos los primos y la familia cercana. Como había mucha gente dentro de la casa, ellos avisaron para que Jesús saliese.
Pero cuando un amigo le dijo a Jesús: «Oye, sal corriendo que están fuera tu madre y tus hermanos». Jesús contestó: «¿Quiénes son mi madre y mis hermanos?»
Todos le miraban un poco sorprendidos, porque pensaban: «Pues hombre, María y el resto de la familia, ¿no?» Pero Jesús les dijo: «Mirad, mi madre y mis hermanos son cualquiera que cumpla la voluntad de Dios. Ese es mi hermano, y mi hermana y mi madre».
Y con eso lo que les quería decir es que hacer lo que Dios quiere, es más importante incluso que la propia familia.
Palabra del Señor
Esta historia nos recuerda que Jesús nos ama y quiere que seamos parte de su familia. Podemos hacerlo siguiendo sus enseñanzas y amando a los demás.
Jesús nos enseña que todos podemos ser parte de su familia. Si somos amables, ayudamos a los demás y seguimos las enseñanzas de Dios, somos como hermanos y hermanas de Jesús.
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