NOS SERENAMOS
Vamos a imitar el nacimiento de una flor. De rodillas y con los ojos cerrados, escondemos la cabeza bajo nuestros brazos, como si fuéramos la semilla. Poco a poco empezamos a mover los brazos y los abrimos para recibir la luz del sol. Por último, nos levantamos y poco a poco abrimos los ojos.
Hacemos tres respiraciones profundas. ¡Ya estamos preparados!
EN EL NOMBRE DEL PADRE, DEL HIJO Y DEL ESPÍRITU SANTO. AMÉN
ESCUCHAMOS
Virgen María… ¡Cuánto me cuesta perdonar a mis amigos/as
que a veces me dicen cosas feas… o son egoístas conmigo!
¡Ayúdame a perdonar como tú lo hiciste cuando mataron a
tu Hijo Jesús! Tú rezaste por toda la gente, también por los
que te trataron mal. ¡Ayúdame a perdonar y a olvidar todo lo
que me ha dado rabia de mis amigos/as!
EN EL NOMBRE DEL PADRE,
DEL HIJO Y DEL ESPÍRITU SANTO.
AMÉN
REZAMOS JUNTOS
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