MIÉRCOLES: VIRGENCITA, MADRE MIA

 NOS SERENAMOS

Vamos a imitar el nacimiento de una flor. De rodillas y con los ojos cerrados, escondemos la cabeza bajo nuestros brazos, como si fuéramos la semilla. Poco a poco empezamos a mover los brazos y los abrimos para recibir la luz del sol. Por último, nos levantamos y poco a poco abrimos los ojos.  

Hacemos tres respiraciones profundas. ¡Ya estamos preparados!

EN EL NOMBRE DEL PADRE, 
DEL HIJO Y DEL ESPÍRITU SANTO. 
AMÉN

ESCUCHAMOS 

María y la primavera... No puede haber nada más precioso en el mundo que una primavera llena de luz, de alegría, de color, junto a los valores que nos transmite nuestra Buena Madre, cercanía, amabilidad, ternura, presencia, alegría, cariño…




Hoy, le vamos a pedir a María que nos mire, porque si ella nos mira, Dios también lo hará.
Le pedimos que nos cuide y nos proteja para sentirnos siempre como en casa con mamá.


Terminamos leyendo juntos esta poesía, dedicada a la Virgen.



“Virgencita Milagrosa,
Madre nuestra y del colegio,
hoy queremos mostrar 
nuestro agradecimiento.

Por tu amor y tu cariño,
tu protección y desvelo,
para que no nos pase nada,
aunque seamos traviesos.

Virgencita Milagrosa,
siempre con nosotros,
llevaremos tu recuerdo;
todos los días rezaremos
y te daremos un beso.

Virgencita Milagrosa,
Madre nuestra y del colegio”



NOS DESPEDIMOS 

 

Madre Divina Pastora, ruega por nosotros. 

San José de Calasanz, san Faustino Míguez y beata Victoria Valverde, rogad por nosotros. 
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. 

Comentarios