LUNES: ESPÍRITU SANTO

 

NOS SERENAMOS 


En un momento de silencio, respira tranquilamente y olvídate de todo lo demás. Hazte consciente de tus propios sonidos. Eres tú. Es ahora… Dios está aquí. Salúdalo.
¡Buenos días a todos! Otro día más, nos ponemos en presencia de nuestro amigo Jesús, le damos los buenos días y las gracias por poder estar aquí todos juntos compartiendo este momento.
Ahora es momento de relajarnos, de respirar profundamente y de abrir nuestro corazón a lo que hoy nos vamos a escuchar.
Hacemos tres respiraciones profundas....

DIOS ESTÁ CON NOSOTROS.



                

ESCUCHAMOS


Escuchamos el Evangelio según San Juan (15, 26-27; 16, 12-15):

(Versión adaptada)

Cuando venga el Espíritu Santo, él dará testimonio de mí; y también vosotros daréis testimonio, porque desde el principio estáis conmigo.

Muchas cosas me quedan por deciros, cuando venga él, el Espíritu de la verdad, os guiará hasta la verdad plena. Él me glorificará, porque recibirá de lo mío y os lo anunciará. 

PALABRA DE DIOS                                                                                             





El Espíritu Santo es como el Soplo de Dios. No se ve, pero se siente su vitalidad y su fuerza. El Espíritu Santo nos guía, nos consuela y nos da fuerza.

Imagina que estás en un laberinto y no sabes qué dirección tomar, el Espíritu Santo sería esa voz suave que te dice qué camino seguir para encontrar la salida.

REZAMOS  JUNTOS 

  • Espíritu Santo, hazte presente en mi corazón.
  • Espíritu Santo, lléname de tus dones.
Ven, Espíritu Santo.



NOS DESPEDIMOS                                          

Madre Divina Pastora, ruega por nosotros. 

San José de Calasanz, San Faustino Míguez y Beata Victoria Valverde, rogad por nosotros. 

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. 






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