SEMANA VOCACIONAL: EL PRIMER DÍA, PREPARAMOS NUESTRA MENTE


NOS SERENAMOS

  • Nos sentamos en una postura cómoda.
  • Relajaos. Cerrad los ojitos si os apetece.
  • Poned la mano en el corazón.
  • Haced tres respiraciones profundas.
  • Ya podéis abrir despacito los ojos...
  • Dios os escucha.
  • En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. AMÉN.

Cuento del conejito Saltarín. 

Había una vez en el colorido pueblo de Arcoíris, un conejito llamado Saltarín. Saltarín tenía un sueño: quería competir en la Gran Carrera de la Pradera. Pero cada vez que intentaba correr rápido, tropezaba con sus largas orejas.
Decidido a lograr su sueño, Saltarín se preparó mentalmente. Cada mañana, practicaba saltos y corría alrededor del pueblo. Aunque se caía muchas veces, se levantaba con una sonrisa y seguía adelante.
Un día, llegó la Gran Carrera. Saltarín estaba nervioso, pero recordó sus entrenamientos y se llenó de valor. La carrera comenzó y Saltarín se esforzó al máximo, saltando sobre los obstáculos y corriendo con todas sus fuerzas.
A mitad de la carrera, una fuerte tormenta sorprendió a todos. El viento soplaba con fuerza y la lluvia caía sin piedad. Saltarín estaba a punto de rendirse, pero recordó todas las veces que se había levantado después de caer.
Con determinación, Saltarín continuó corriendo bajo la lluvia. Al final, cruzó la línea de meta en primer lugar, recibiendo aplausos y admiración de todos en el pueblo.
Saltarín comprendió que la verdadera victoria no estaba en ganar la carrera, sino en superar sus miedos y no rendirse nunca. Desde entonces, inspiró a todos en Arcoíris a perseguir sus sueños con valentía y determinación. Y así, el pequeño conejito demostró que con preparación mental y esfuerzo, ¡se puede superar cualquier prueba de la vida!

REFLEXIÓN

Preparar la mente es como preparar una mochila para un viaje emocionante. Nos ayuda a estar listos para enfrentar desafíos y disfrutar de las aventuras que la vida nos ofrece. ¡Con una mente lista y positiva, podemos hacer grandes cosas y sentirnos felices!

PARA TERMINAR

Pegamos en el aro olímpico azul la imagen del conejito saltarín.

NOS DESPEDIMOS

Madre Divina Pastora, ruega por nosotros.
San José de Calasanz, San Faustino Míguez y Beata Victoria Valverde, rogad por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

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