NOS SERENAMOS
Vamos a imitar el nacimiento de una flor. De rodillas y con los ojos cerrados, escondemos la cabeza bajo nuestros brazos, como si fuéramos la semilla. Poco a poco empezamos a mover los brazos y los abrimos para recibir la luz del sol. Por último, nos levantamos y poco a poco abrimos los ojos.
Hacemos tres respiraciones profundas. ¡Ya estamos preparados!
EN EL NOMBRE DEL PADRE, DEL HIJO Y DEL ESPÍRITU SANTO. AMÉN
ESCUCHAMOS
Hoy nos vamos a hacer dos preguntas, son algo difíciles de contestar, pero si veis el video encontrareis las respuestas:
¿Qué pasó con Jesús después de que lo crucificaran?
¿Por qué creéis que la Resurrección de Jesús es importante para las personas que creemos en Él?
La Resurrección de Jesús es como una gran sorpresa feliz que nos enseña que el amor y la bondad son más fuertes que cualquier cosa. Nos muestra que, incluso cuando las cosas parecen difíciles o tristes, siempre hay una razón para sonreír y tener esperanza.
La Resurrección de Jesús nos recuerda que la vida está llena de posibilidades maravillosas y que siempre podemos empezar de nuevo, como cuando volvemos a pintar un bonito dibujo. Es un recordatorio de que, con amor y alegría, podemos crear momentos felices y compartirlos con los demás.
Vamos a pedirle a Dios que nos siga cuidando con la oración que él nos enseñó: “Padre nuestro, que estás en el cielo…”
¿Qué pasó con Jesús después de que lo crucificaran?
¿Por qué creéis que la Resurrección de Jesús es importante para las personas que creemos en Él?
La Resurrección de Jesús es como una gran sorpresa feliz que nos enseña que el amor y la bondad son más fuertes que cualquier cosa. Nos muestra que, incluso cuando las cosas parecen difíciles o tristes, siempre hay una razón para sonreír y tener esperanza.
La Resurrección de Jesús nos recuerda que la vida está llena de posibilidades maravillosas y que siempre podemos empezar de nuevo, como cuando volvemos a pintar un bonito dibujo. Es un recordatorio de que, con amor y alegría, podemos crear momentos felices y compartirlos con los demás.
Vamos a pedirle a Dios que nos siga cuidando con la oración que él nos enseñó: “Padre nuestro, que estás en el cielo…”
NOS DESPEDIMOS
San José de Calasanz, san Faustino Míguez y beata Victoria Valverde, rogad por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
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