MARTES: ME PREGUNTO...

  NOS SERENAMOS

Vamos a imitar el nacimiento de una flor. De rodillas y con los ojos cerrados, escondemos la cabeza bajo nuestros brazos, como si fuéramos la semilla. Poco a poco empezamos a mover los brazos y los abrimos para recibir la luz del sol. Por último, nos levantamos y poco a poco abrimos los ojos.  

Hacemos tres respiraciones profundas. ¡Ya estamos preparados!

EN EL NOMBRE DEL PADRE, 
DEL HIJO Y DEL ESPÍRITU SANTO. 
AMÉN

ESCUCHAMOS 



Imagina que Jesús es como un árbol fuerte y grande, como un roble. Sus ramas son como brazos extendidos que nos rodean con amor. Nosotros somos como pequeñas ramitas que crecen de este árbol. Si las ramitas están conectadas al árbol, reciben todo lo que necesitan para crecer fuertes y sanas, como agua y nutrientes. Pero si una ramita se separa del árbol, se marchitará y no podrá dar frutos.


Jesús nos dice que es importante estar unidos a Él, como estas ramitas al árbol. Cuando estamos cerca de Jesús y seguimos sus enseñanzas, recibimos su amor y ayuda para crecer y hacer cosas buenas en el mundo. Estar unidos a Jesús nos ayuda a ser personas amables, generosas y felices. Así como las ramitas necesitan estar unidas al árbol para crecer, nosotros necesitamos estar unidos a Jesús para ser personas buenas y dar frutos de amor y bondad en nuestras vidas.


Me Pregunto:


  • ¿Cómo podemos mantenernos unidos a Jesús en nuestra vida diaria?




REZAMOS JUNTOS



NOS DESPEDIMOS 

 

Madre Divina Pastora, ruega por nosotros. 
San José de Calasanz, san Faustino Míguez y beata Victoria Valverde, rogad por nosotros. 
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. 

Comentarios