NOS SERENAMOS
En un momento de silencio, respira tranquilamente y olvídate de todo lo demás.
Hazte consciente de tus propios sonidos. Eres tú. Es ahora… Dios está aquí.
¡Buenos días!
¡Jesús ha vencido a la muerte!
¿Sabéis por qué digo esto? Estamos en un tiempo nuevo. La Cuaresma terminó cuando celebramos la Semana Santa. Jesús se ha encontrado con nosotros y nos trae nueva Vida.
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En el nombre del Padre, del Hijo....
ESCUCHAMOS
María estaba muy triste porque Jesús había muerto. Fue por la mañana a visitar su tumba, como hace la gente cuando va a llevar flores. A Jesús lo habían enterrado en una gran cueva con una gran piedra tapando la entrada. Pero cuando María llegó la piedra estaba movida y dentro no estaba el cuerpo.
Se asustó mucho y echó a correr para ir donde estaban Pedro y Juan. Y dijo: Oye, creo que alguien ha robado el cuerpo de Jesús. Ellos se levantaron a toda prisa y fueron corriendo.
Juan iba más rápido, Pedro iba detrás y casi perdía la respiración. Pedro vio que las telas en las que habían envuelto a Jesús estaban en el suelo. Juan y Pedro se miraron, con los ojos brillantes de alegría. Se habían dado cuenta de que había resucitado. Al descubrirlo, después de muchos días de lágrimas y tristeza, se empezaron a reír como niños.
¡Qué alegría, Jesús! La Semana Santa no termina mal, no terminas en la cruz. Estás vivo. Eso es la resurrección. Vives para siempre, vives conmigo.
Hago silencio y trato de descubrir que estás cerca.
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