MIERCOLES: JESÚS, EL BUEN PASTOR

 NOS SERENAMOS

Vamos a imitar el nacimiento de una flor. De rodillas y con los ojos cerrados, escondemos la cabeza bajo nuestros brazos, como si fuéramos la semilla. Poco a poco empezamos a mover los brazos y los abrimos para recibir la luz del sol. Por último, nos levantamos y poco a poco abrimos los ojos.  

Hacemos tres respiraciones profundas.
¡Ya estamos preparados!

EN EL NOMBRE DEL PADRE, 
DEL HIJO Y DEL ESPÍRITU SANTO. 
AMÉN

ESCUCHAMOS 


Adaptación del Evangelio según san Juan 10, 11-18:   

"Yo soy el Buen Pastor. El buen pastor da su vida por las ovejas;

el que no es pastor ni dueño de las ovejas, ve venir al lobo, abandona las ovejas y huye; y el lobo las roba.


Yo soy el Buen Pastor, que conozco a las mías, y las mías me conocen, igual que el Padre me conoce, y yo conozco al Padre; yo doy mi vida por las ovejas …."

Palabra de Dios


¿Cuál es la diferencia entre un pastor y un Buen Pastor? 

Un pastor se encarga de su rebaño de ovejas, las cuida, las protege y les da de comer, pero un Buen Pastor las ama. Un Buen Pastor llama a sus ovejas por su nombre, las quiere, las ama, ellas lo conocen y lo siguen, pero un Buen Pastor también llama a las que no son de su rebaño. El Buen Pastor entrega su vida por salvar a sus ovejas. ¿Reconocemos a este Buen Pastor? El Buen Pastor es Jesús, que nos guía, nos cuida y nos protege porque nos ama a cada uno de nosotros.





REZAMOS JUNTOS

El Señor es mi pastor;
nada me falta.

Tu bondad y tu amor me acompañan

a lo largo de mis días.   


NOS DESPEDIMOS 

 

Madre Divina Pastora, ruega por nosotros. 
San José de Calasanz, san Faustino Míguez y beata Victoria Valverde, rogad por nosotros. 
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. 

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