NOS SERENAMOS
En un momento de silencio, respira tranquilamente y olvídate de todo lo demás. Hazte consciente de tus propios sonidos. Eres tú. Es ahora… Dios está aquí. Salúdalo.
¡Buenos días a todos! Otro día más, nos ponemos en presencia de nuestro amigo Jesús, le damos los buenos días y las gracias por poder estar aquí todos juntos compartiendo este momento.
Ahora es momento de relajarnos, de respirar profundamente y de abrir nuestro corazón a lo que hoy nos vamos a escuchar.
Hacemos tres respiraciones profundas....
Evangelio según san Juan 15, 1-8:
«Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el viñador. Todo sarmiento que en mí no da fruto, lo corta, y todo el que da fruto, lo limpia, para que dé más fruto. Vosotros estáis ya limpios gracias a la Palabra que os he anunciado. Permaneced en mí, como yo en vosotros. Lo mismo que el sarmiento no puede dar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid; así tampoco vosotros si no permanecéis en mí. Yo soy la vid; vosotros los sarmientos. El que permanece en mí y yo en él, ése da mucho fruto; porque separados de mí no podéis hacer nada. Si alguno no permanece en mí, es arrojado fuera, como el sarmiento, y se seca; luego los recogen, los echan al fuego y arden. Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid lo que queráis y lo conseguiréis. La gloria de mi Padre está en que deis mucho fruto, y seáis mis discípulos».
Palabra de Dios
Hoy nos dice el evangelio: “El que permanece en mí y yo en Él, ese da fruto abundante”
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