NOS SALUDAMOS
Para ello nos sentamos cómodos y cerramos los ojitos.
Ponemos las manos en el abdomen y cogemos aire por la nariz durante 4 segundos.
Después, dejamos ir ese aire mientras se hace el sonido de la serpiente (sssssssssssssss), debe ser un siseo bajo que dure todo lo que ellos puedan.
Se repite varias veces. Poco a poco vamos abriendo los ojos.
¿Y vosotros...?
EN EL NOMBRE DEL PADRE....
ESCUCHAMOS
Jesús salía al encuentro de los pecadores y acogía siempre a los que se arrepentían. Perdonaba a los que pecaban y se alejaban de él.
A todos anunciaba esta Buena Noticia: “No necesitan médico los sanos, sino los enfermos. No he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores”.
Dios es como ese padre. Nos ama por encima de todo y perdona nuestros pecados.
¿Sois capaces de perdonar de corazón o guardáis rencor cuando alguien me ofende?
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