MARTES: BODAS DE CANÁ

 NOS SALUDAMOS                                          

                      ¡MUY BUENOS DÍAS A TODOS!

          ¡Alegría que es de día!  


NOS SERENAMOS                                                

Acompasando la respiración, toma consciencia de la realidad de cada músculo, de cada órgano, de cada función de tu cuerpo. 
Concéntrate en sentir la presencia de Dios. 
Dios te escucha. 

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. AMÉN.

ESCUCHAMOS                                                     


Escuchamos esta lectura sobre las bodas de Caná: (Juan 2, 1-11).

“Al tercer día se celebraba una boda en Caná de Galilea; se acabó el vino, y la madre de Jesús le dice: - No tienen vino. Le responde Jesús: - ¿Qué quieres de mí, madre? Aún no ha llegado mi hora. La madre dice a los camareros: - Lo que os diga, hacedlo.

Había allí seis tinajas de piedra con capacidad de 100 litros. Jesús les dice: - Llenad las tinajas de agua. Las llenaron hasta el borde. Les dice: - Ahora sacad algo y llevádselo al maestresala. Se lo llevaron. Cuando probó el agua convertida en vino, se dirige al novio y le dice: - Todo el mundo sirve primero el vino mejor, y cuando los convidados están algo bebidos, saca el peor. Tú has guardado hasta ahora el vino mejor.

En Caná de Galilea hizo Jesús esta primera señal, manifestó su gloria y creyeron en él los discípulos.”



María y Jesús estaban en una boda, y María (que siempre estaba atenta a las necesidades de los demás) se dio cuenta que les faltaba bebida, y le pidió a Jesús que hiciera algo para ayudar. Jesús entonces hizo su primer milagro. María se lo pidió, Él obedeció a su madre y ayudó a los novios de la boda.

¿Cómo podemos nosotros ayudar a los demás? Podemos estar atentos a quien nos necesite e intentar ayudar.




      ORACIÓN

Te pedimos Jesús que tengamos los ojos y los oídos atentos para ver y escuchar a las personas que necesiten nuestra ayuda. Que no seamos egoístas y miremos para otro lado. AMÉN.







NOS DESPEDIMOS                                            


Madre Divina Pastora, ruega por nosotros. 

San José de Calasanz, San Faustino Míguez y Beata Victoria Valverde, rogad por nosotros. 


En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. 

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