NOS SALUDAMOS
¡MUY BUENOS DÍAS A TODOS!
¡Alegría que es de día!
NOS SERENAMOS
Acompasando la respiración, toma consciencia de la realidad de cada músculo, de cada
órgano, de cada función de tu cuerpo.
Concéntrate en sentir la presencia de Dios.
Dios te escucha.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. AMÉN.
ESCUCHAMOS
Gracias Padre Bueno
por la vida que nos das,
gracias por ser nuestro protector,
por cuidarnos de noche y de día.
Gracias Dios por ser
nuestra fuente de amor.
Gracias Dios por la familia,
por los amigos
por los compañeros del cole
y por todas aquellas personas
que se cruzan en mi camino.
REZAMOS JUNTOS
Padre nuestro.No decimos “mío” sino “nuestro”.
El comienzo de la oración nos enseña que, si todos tenemos
el mismo padre, entonces todos debemos ser hermanos y hermanas.
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