LUNES: HUBO UN HOMBRE...

 

                                                     

NOS SERENAMOS

Nos ponemos en manos del Padre. 

Tomamos aire y al expulsarlo vamos relajando todas las partes de nuestro cuerpo.

Tomamos aire y al expulsarlo relajamos las piernas.

Tomamos aire y al expulsarlo relajamos el tronco.

Tomamos aire y al expulsarlo relajamos los brazos.

Tomamos aire y al expulsarlo relajamos la cabeza.

Ahora cerramos los ojos y vamos a escuchar el corazón. Sentimos algo que queremos pedir a Dios Padre algo que nos llena de Amor, de Paz, de Alegría, de Felicidad, de Ilusión,… 

 En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

ESCUCHAMOS           

                                       

¿Sabéis qué vamos a celebrar dentro de unos días? (participan los niños.)

Muy bien la fiesta de San José de Calasanz.

También fue un niño como vosotros, y también tuvo la suerte de ir a un colegio y de tener una familia que le quería.


Esta canción sobre Calasanz y el tesoro que nos regala, la alegría de la misión entre los más pequeños, su Reino en la sencillez: «José de los pequeños», una invitación a vivir nuestra vocación de entrega a niños, niñas y jóvenes, especialmente los más pobres.

REZAMOS  JUNTOS                                         


He encontrado la manera de servir a Dios,

haciendo el bien a los pequeños

y no lo cambiaré

por nada de este mundo.

AMEN



NOS DESPEDIMOS                                          


Madre Divina Pastora, ruega por nosotros. 

San José de Calasanz, San Faustino Míguez y Beata Victoria Valverde, rogad por nosotros. 

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. 






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