Siéntate en una postura cómoda.
Relájate. Cierra los ojitos si te apetece.
Pon la manita en el corazón.
Haz tres respiraciones profundas.
Ya puedes abrir despacito los ojos.....
Dios te escucha.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. AMÉN.
ESCUCHAMOS
En estos días de celebración recordamos la vida de nuestro querido San Faustino.
Él nos inspira, a cada uno de nosotros:
Para los maestros, modelo y acompañante.
Para los alumnos/as, defensor de la educación digna para todos/as.
Para los padres/madres de familia, ejemplo de volver a empezar cada día en la tarea de cuidar de la niñez y juventud.
Para todos un protector en el cielo.
Te damos gracias,
Padre de amor y misericordia,
porque hiciste de San Faustino
un camino de evangelio desde el servicio
a los niños y jóvenes,
a la promoción de la mujer
y al necesitado de la salud del amor.
Haz que, imitando su ejemplo,
sepamos hacer de nuestra vida
una entrega incondicional
a los humildes y pequeños
en el seguimiento de su Hijo.
Por Jesucristo Nuestro Señor.
Para los maestros, modelo y acompañante.
Para los alumnos/as, defensor de la educación digna para todos/as.
Para los padres/madres de familia, ejemplo de volver a empezar cada día en la tarea de cuidar de la niñez y juventud.
Para todos un protector en el cielo.
RECORDEMOS....
San Faustino Míguez nació en Xamirás, una aldea de Acebedo del Río, Celanova, en la provincia de Ourense, el 24 de marzo de 1831.
Dedicó su vida a la educación y promoción de la mujer.
Dedicó su vida a la educación y promoción de la mujer.
Considerado, un gran defensor de los derechos de la mujer, luchó para que la mujer tuviera el papel que se merece en la sociedad.
Este año celebramos el centenario de su fallecimiento. Pero a pesar de que ha pasado tanto tiempo, su vida y obra siguen muy presentes en todos nosotros.
¡GRACIAS, SAN FAUSTINO, POR TANTO!
REZAMOS JUNTOS
Te damos gracias,
Padre de amor y misericordia,
porque hiciste de San Faustino
un camino de evangelio desde el servicio
a los niños y jóvenes,
a la promoción de la mujer
y al necesitado de la salud del amor.
Haz que, imitando su ejemplo,
sepamos hacer de nuestra vida
una entrega incondicional
a los humildes y pequeños
en el seguimiento de su Hijo.
Por Jesucristo Nuestro Señor.
Amén
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